jueves, 29 de septiembre de 2011

Población de Pisco expresa su agradecimiento al Ejército por apoyo en su reconstrucción

 

 

Estiman que reconstrucción del sur tardará un año con la participación del Ejército


Los batallones de ingeniería del Ejército tardarían un año o algo más en concluir la reconstrucción de las ciudades del sur afectadas por el terremoto de agosto del 2007, estimó el director de Educación y Doctrina de esa arma, general Jorge Bustamante Albújar, encargado de dirigir esta misión.
Reveló que la reciente creación de la Dirección de Apoyo al Desarrollo del Ejército afrontará su encargo más importante con la reconstrucción, que comenzará con la provincia de Pisco.
Explicó que por años las unidades de ingeniería del Ejército han realizado “trabajos horizontales”, como es asfaltado, rehabilitación y mantenimiento de vías y redes nacionales, pero están en condiciones de ejecutar otras obras como postas médicas o vivienda, si así se requiriera.
En declaraciones publicadas hoy en el diario oficial El Peruano, Bustamante informó que la primera medida de este encargo presidencial será la de movilizar en dos meses al Batallón de Combate Motorizado número 8 de Chancay a Pisco.
“Tendrá como misión la limpieza de escombros”, subrayó.
Bustamante manifestó que el primer objetivo de la reconstrucción será restablecer el tendido de agua y desagüe, que colapsó en varios sitios y después se continuará con las pistas y veredas.
“Comenzaremos con la habilitación de pistas de modo que podamos unir el casco urbano con los pueblos alejados. Nos encargaremos además de la salida del desmonte, que en Pisco suma aproximadamente unos 45 mil metros cúbicos y en Chincha, 20 mil metros cúbicos”, dijo.
“El Batallón de Asuntos Civiles número dos, que se moviliza de Lima a Pisco. Estará a cargo de la construcción, rehabilitación y asfaltado de las vías principales, así como veredas, para lo cual nos reunimos con los alcaldes”, expresó.
Agregó que el Batallón de Civiles número 4, que se moviliza de Lima a Chincha, construirá una troncal para unir el casco urbano con los nuevos pueblos jóvenes y asentamientos humanos. También hará el mantenimiento, rehabilitación y asfaltado de una vía de 8 kilómetros.
Explicó que cada batallón se desplazará con 120 hombres, es decir unas 360 personas y que también habrá personal femenino, porque es parte del batallón de ingenieros.
Para esa labor se movilizará maquinaria pesada como tractores oruga, tractores a ruedas, motoniveladoras, cargadores frontales y volquetes.
“Se trabajará con una planta de asfalto que pertenece al Ejército y está en Lima”, añadió.
Aseguró que el batallón del Ejército está en condiciones de construir viviendas, pero que ello dependerá de la decisión del presidente Ollanta Humala y la del ministro de Vivienda, René Cornejo, para ver si se aborda esta etapa o se espera.
Bustamante recordó que las Fuerzas Armadas participaron en los trabajos de limpieza y remoción de escombros, pero será la primera vez que el Ejército participe en obras de reconstrucción.
Andina

Carta del Crl Francisco Bolognesi a su esposa antes de morir

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Comienza reconstrucción de Pisco a cargo del Ejército




TERREMOTO | Con la ayuda de batallones del Ejército

Comienza la reconstrucción de Pisco, cuatro años después del terremoto

Una mujer mientras camina entre los escombros dos semanas después del sismo de 2007. | Efe Una mujer mientras camina entre los escombros dos semanas después del sismo de 2007. | Efe
Cuatro años después del seísmo que sacudió la costa central del Perú, batallones del Ejército iniciaron este miércoles una nueva etapa en la reconstrucción de Pisco, la provincia más golpeada, a la que se aseguró que habían sido destinados 3.000 millones de soles (1.071 millones de dólares).
Por su parte, las poblaciones de la costa norte de la región Ica, la zona sur de Lima y algunas provincias de la sierra peruana siguen sin contar con las reparaciones materiales y humanas necesarias para una vida digna.
Según el Ministro de Vivienda, René Cornejo, la nueva etapa de reconstrucción concluirá a finales de 2013.
El desplazamiento del personal y la maquinaria militar para la labor comenzó este miércoles, dirigida por el general Jorge Bustamante, encargado de la reconstrucción en Pisco y Chincha.
El Gobierno ha dispuesto que las labores se realicen de manera ininterrumpida de lunes a sábado para retirar unos 283.000 metros cúbicos de escombros.
Según el Censo de Áreas Afectadas por el sismo de 7,9 grados efectuado en agosto de 2007 por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el terremoto no solo causó la muerte de 595 personas, sino que destruyó o inhabilitó 85.796 viviendas.
El gobierno de Alan García (2006-2011) otorgó un bono de 6.000 soles (2.142 dólares) para apoyar a los damnificados en la reconstrucción de sus casas.
Sin embargo, esta medida solo llegó a una tercera parte de los damnificados y "no estuvo organizada en torno a un proceso de reconstrucción, con asistencia técnica y asesoría legal; fue una medida paternalista", según dijo a Efe el sociólogo Mario Zolezzi.
De esa manera, lo poco que se reconstruyó se hizo sin control técnico, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la seguridad de las viviendas y su capacidad de resistir futuros sismos.
Días después del seísmo del 15 de agosto de 2007, se creó el Fondo de Reconstrucción del Sur (FORSUR), un organismo encargado de administrar los recursos obtenidos para la reconstrucción de la infraestructura pública de la zona.
Los escasos avances, a pesar de los 3.000 millones destinados, terminaron demostrando la ineficacia de ese ente burocrático, que fue desactivado el 12 de agosto pasado por el nuevo presidente, Ollanta Humala, quien anunció que se investigarán las denuncias de supuestos actos de corrupción.
Para Zolezzi "aparentemente había las mejores condiciones" para la reconstrucción, ya que el seísmo sucedió en "un escenario ideal".
"Se trataba de un terremoto en la costa, en una zona muy cerca de Lima, con un crecimiento económico importante y en la que, además, se contaba con una cantidad de personas organizadas, de profesionales", comentó.
Consideró, sin embargo, que "uno de los elementos centrales" en el fracaso del proceso fue que el gobierno de García planteó la solución al problema de una manera "desacertada desde el inicio".
El sociólogo Gustavo Riofrío afirmó a Efe que "todo lo relacionado a la emergencia funcionó. La transición a la reconstrucción fue lo que falló", porque se manejó el concepto de reposición de infraestructuras, pero no los planes de desarrollo regionales, ni la participación de las autoridades locales.
En un informe, la asociación civil Comisión de Derechos Humanos de Ica también afirmó que el aumento del desempleo se produjo ante "la total ausencia de iniciativas o programas para la reactivación económica", un punto en el que también coincide Riofrío, para quien "no ha habido ningún esfuerzo, ni siquiera se pensó en reconstruir los tejidos económicos locales".
"El Estado no entendió que lo que había que reconstruir era posibilidades de desarrollo y tenía una oportunidad dorada para hacerlo", concluye Riofrío sobre el fracaso de una reconstrucción que pudo ser ideal y que ahora ha iniciado una nueva etapa.

Nueva estrategia del CCFFAA para la lucha contra el narcoterrorismo en el Vrae, comienza a dar sus frutos

Imágenes Inéditas del Crl Valer en vida explicando consecuencia de carga explosiva antes de Operacón Chavín

Así se inmolaron los héroes comandos Valer y Jiménez


Así se inmolaron los héroes comandos Valer y Jiménez
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CHAVIN  DE HUÁNTAR, DOCE AÑOS DEL RESCATE
Luis Alatrista Rodríguez
General EP (r)
En la noche del 17 de diciembre de 1996, a las 20.23 horas, en mi condición de coronel al comando del Batallón de Comandos “Comandante Espinar” N° 19, recibí la orden de organizar y constituir una Fuerza de Intervención, en condiciones de participar en cualquier momento en el rescate de los rehenes de la residencia del embajador de Japón, que minutos antes había sido tomada por los terroristas del MRTA.
Ante esta situación esa misma noche se empezó a organizar la Fuerza, contando para tal efecto con los oficiales y suboficiales comandos del batallón y algunos elementos de tropa reenganchada que tenían instrucción de dominación de inmuebles, tiro instintivo selectivo y protección de personajes muy importantes.
Inicialmente solicité el apoyo de los oficiales comandos de la Escuela de Comandos del Ejército y posteriormente de los pocos oficiales comandos pertenecientes a las otras unidades de la 1a División de Fuerzas Especiales, lo cual fue concedido; esa noche se hicieron los reconocimientos correspondientes.
Al día siguiente, el 18 de diciembre, se continuó con la organización, planeamiento y reajustes respectivos que se iban haciendo en base a las informaciones disponibles, adoptándose la reserva que la situación requería.
Aproximadamente a las 07:30 horas del mismo día observé a inmediaciones de la Guardia del Batallón de Comandos Nº 19, al comando Valer, que al verme, se presentó y a manera de saludo le inquirí “a qué se debía su visita”. En esas circunstancias, no se requería “extraños”, ante lo cual me respondió que “el comando se la huele” y que venía a presentarse voluntariamente.
Por su gesto lo felicité, pero le señalé que había un inconveniente y era el que se encontraba realizando el curso de oficial de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra del Ejército y que sería difícil mantener la cubierta del caso, por el carácter reservado y secreto de la operación.
Su respuesta fue incisiva: deseaba participar, quería estar con sus hermanos comandos y que esos “inconvenientes” eran superables, por lo que más adelante se lo acogió y debo expresar en honor a su memoria que en esas circunstancias pensé que “hombres y comandos como Juan Valer Sandoval se requerían en esos momentos que demandaban valor y coraje”.

Una vez organizada la fuerza de Intervención, a Valer se le dio el comando de la patrulla de seguridad, en parte para “frenarlo” un poco por su carácter vehemente; él entrenaba a su personal con mucha responsabilidad, profesionalismo, iniciativa e ingenio, participaba en el planeamiento como siempre muy optimista, efectuando aportes. No escatimaba esfuerzos, contagiaba el entusiasmo a su personal y a sus compañeros, se le veía feliz de integrar la fuerza.
126 días después
El 20 de abril de 1997, aniversario de la Primera División de Fuerzas Especiales (DIVFFEE), al final de la ceremonia central y parte social por tal efemérides (empleada como cubierta); iniciamos la infiltración a las casas aledañas a la residencia del embajador de Japón, Morihisa Aoki, burlando el control permanente que realizaba la prensa, la policía y los mismos terroristas.
El 21 de abril, nos instalamos en los diferentes ambientes de las casas (ONG, casa 1, 2, 3 y 4 respectivamente) y efectuamos un ensayo previo a la acción en el objetivo. En la noche, adoptamos nuestras posiciones acorde con las instrucciones para el inicio de la incursión del día siguiente, que debería ejecutarse si se daban las condiciones (que los terroristas, entre ellos los principales cabecillas, bajaran a jugar fulbito y particularmente que no hubiera ningún rehén). Mientras esperábamos la hora, se procedió al descanso.
En la casa Nº 4, en un ambiente del segundo piso, nos ubicamos para pernoctar, el coronel Williams, los comandantes Meza Prado y Valer y el suscrito; estuvimos conversando una serie de aspectos y dentro de las anécdotas recordábamos habernos encontrado en la zona de emergencia en el Batallón de Infantería Motorizado “Mariscal Cáceres” Nº 43 en Pampas – Tayacaja- Huancavelica a fines del año 1983.
Valer me contaba una anécdota que le ocurrió en Piura cuando al formar de emergencia al mando de la escolta para una ceremonia de izamiento de bandera en la Plaza de Armas, él vio a la banda que empezó a dar vueltas por el lugar, lo cual le llamó la atención y observó que la escolta de un colegio se dirigía a la Catedral, por lo que optó por ingresar a la misma.
Desde el interior un oficial de grado superior le hace una señal con los brazos. Valer interpretó ese ademán como que debía ingresar al paso de desfile, por lo que ordenó realizarlo. El oficial muy molesto se acerca apresuradamente y le indica que salga inmediatamente de la catedral en absoluto silencio, porque su lugar era estar emplazado en la Plaza de Armas. La señal de los brazos, era para que saliera.
Creo oportuno que se sepa que Valer se caracterizaba por ser siempre muy atento y respetuoso. En una oportunidad me ofreció un sandwich de pan de molde con jamonada, con las palabras siguientes: “comando coma, que mañana no se va a comer”. Al poco rato, mientras continuábamos la conversación, me ofreció un cigarro con la expresión: “comando, fume que mañana no se va a fumar”. Le respondí: “Chizito, estás fumando… y le remarqué que efectivamente no íbamos a tener tiempo.
Al amanecer del día 22 de abril nos aprestamos a ocupar nuestras posiciones iniciales previas a la hora “H”, prevista para la tarde. En eso estábamos, y el comando Valer me manifestó: “Comando voy a bañarme porque de repente pasa algo y van a decir ¡Comando sucio!”.
Le respondí entre molesto y sonriente: “Chizito, estás pensando en tonterías, además, dentro de unas horas vamos a estar todos completamente enterrados”. Fue el único que se bañó.
2.23 horas de la tarde
La operación de rescate se inició a las 15:23 horas. Aproximadamente a los 15 ó 25 minutos nos fuimos enterando de los resultados y conocimos la muerte de los comandos Valer y Jiménez, la pérdida de un pie del comando Cruz Jarama, sobre las heridas de bala en los brazos y piernas de los comandos Miranda Vera, García Chávez, entre otros.
La operación de rescate concluyó aproximadamente a las 19:30 horas. Nos reunimos en la casa Nº 1 con el objeto de verificar efectivos, ya que todavía había comandos que estaban siendo evacuados por presentar complicaciones de asfixia, circunstancias en las que dan cuenta que dentro de las pertenencias del comando Valer se encontró una carta a la cual se dio lectura, por lo que me sentí conmocionado recordando las conversaciones que tuve con él. Creo, que en todas sus expresiones, se había estado despidiendo.
Recién pude enterarme que por la boca Nº 2 de salida del túnel principal, por la cual debería haber salido su grupo de seguridad, después del segundo grupo de asalto de la patrulla Alfa, no lo había podido emplear porque las raíces de los árboles impidieron utilizarlo, y que lo obligó a salir por la boca Nº 3 en sentido inverso.
Por esta razón, Valer pasa a ser uno de los primeros en llegar a la terraza, lugar donde encontró la muerte en el cumplimiento de su misión de proteger al canciller Francisco Tudela, que era la prioridad 1 de los terroristas para victimarlo.
Expresiones y hechos que se concatenaron con el deceso de un comando, que sin embargo pese a tener la premonición, enfrentó a la muerte.
Valer es un héroe contemporáneo que tuvo como mística el cumplimiento de la misión a costa de su propia vida y que venció a la muerte, y que vivirá entre nosotros mientras nuestra memoria lo recuerde.
Constituye un ejemplo a seguir, representa la expresión auténtica de lo que es un verdadero profesional de las armas que ama a su patria, ejemplo que recobra mayor relieve en las circunstancias actuales que vive nuestro país y que las generaciones venideras deben emular.
Capitán de Infantería comando “Raúl Jiménez Chávez”
El 17 de diciembre de 1996, fecha en que los terroristas del MRTA tomaron la Residencia del embajador de Japón y en cumplimiento de la orden de organizar la fuerza de intervención, ya se habían procesado los cambios anuales, dentro de los cuales algunos oficiales iban a ser cambiados, entre ellos estaba el teniente de Infantería Raúl Jiménez Chávez.
Cuando reúno a la corporación de oficiales y suboficiales comandos del Batallón para informarles sobre la toma de la Residencia por los terroristas del MRTA y la orden recibida, les comunico que los cambios en la División de Fuerzas Especiales quedarían sin efecto.
La noticia no era grata, pero el teniente Raúl Jiménez Chávez, quien expresó en voz alta: “¡Que todo sea por la Patria!”, con lo cual exteriorizó su sentir frente a la exigencia de sacrificios demandado por la situación.
Al teniente Raúl Jiménez Chávez lo conocí en la ex 5ta División de Infantería de Selva (El Milagro-Bagua-Amazonas) cuando prestaba servicios en la Compañía Especial Contrasubversiva “Tigre” y el suscrito se encontraba al comando del Batallón de Infantería de Selva “Callao” Nº 25 en la Guarnición de Pinglo (Provincia Condorcanqui-Amazonas) en el año 1992- 1993.
Jiménez era un joven oficial comando muy entusiasta y sobre todo operativo. Más adelante lo tengo bajo mi mando, cuando asumo, con el grado de coronel, el comando del Batallón de Comandos Nº 19 en el año 1996, después de haber participado ambos en el Conflicto del Cenepa el año 1995.
Constituida la fuerza de intervención para el rescate de los rehenes, el teniente Jiménez perteneció a la patrulla de asalto “Delta” (a cargo del 2do piso), que estaba al mando del comando Hugo Robles del Castillo, e integraba el cuarto grupo (al mando del comando Alfredo Tackas Cordero), cuya incursión para la dominación del inmueble se realizaba por el acceso Nº 8 (casa ONG – Área de Servicio).
Este acceso llevaba a un pasadizo que conducía a los cuartos de los rehenes jueces, cuarto “G” (puesto de comando de los terroristas) y cuarto de los rehenes empresarios japoneses- nissei respectivamente. Su objetivo el cuarto “G” y su pareja el comando Cruz Jarama.
Previo a la incursión en circunstancias que nos encontrábamos en la Casa de la ONG (lugar por donde los terroristas ingresaron a tomar la residencia) con el Grupo Nº 4 referido, el teniente Jiménez, en ese momento, operaba el teléfono de campaña para ir retransmitiendo la cuenta regresiva para la ejecución de las explosiones subterráneas simultáneas que darían inicio a la incursión. El suscrito se encontraba a su costado. Una vez realizado el conteo, su exclamación fue: “¡Que todo sea por la Patria!”.
En el cumplimiento de la misión el comando Jiménez cayó abatido gravemente, herido por arma de fuego en el pasadizo próximo al cuarto “G”, falleciendo durante la evacuación.
Su pareja, el Comando Cruz Jarama, perdió el pie izquierdo al tratar de rechazar una granada de guerra. Los comandos Tackas, Camino y Vargas presentaban heridas de esquirlas en los ojos y brazos, siendo evacuados inmediatamente; el comando Félix se encontraba semiasfixiado, entre otros.
Este lugar se convirtió en una batalla campal, que casi vuela por completo al explotar una granada antitanque RPG, que se produjo segundos después de haber evacuado a los rehenes.
La explosión, esto lo consideramos un milagro, no logró activar las trampas explosivas que estaban colocadas al costado de los balones de gas gigantes que se encontraban en el piso de abajo.
Honor y Gloria a la Fuerza de Intervención que cumplió con una misión noble, cual era la de rescatar con vida a los rehenes arriesgando la propia y restablecer el Estado de Derecho que había sido violentado. Honor y Gloria al Comando Raúl Jiménez Chávez… ¡Que todo sea por la Patria!

sábado, 24 de septiembre de 2011

Difusión de Spot del CCFFAA en el Noticiero de Canal 7

DIFUSIÓN DE SPOT CCFFAA CANAL 7



Informe de Canal 7 sobre la Ceremonia por el XXXIV Aniversario de las Fuerzas Armadas del Perú


Presidente Ollanta es entrevistado en EEUU por la CNN, " A mi hermano lo quiero pero no comparto sus ideas "

ENTREVISTA AL PRESIDENTE OLLANTA HUMALA
POR LA CNN-EEUU SOBRE DIVERSOS TEMAS

Ministro Daniel Mora " Las Fuerzas Armadas realizan un gran esfuerzo en defensa de nuestra sociedad "

MENSAJE DEL MINISTRO DE DEFENSA DANIEL MORA
 POR EL 34 ANIVERSARIO DE LAS FUERZAS ARMADAS
24 DE SETIEMBRE 2011


Durante su proclama por el 34º aniversario de la creación del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa, Daniel Mora, reconoció al Ejército por su labor sacrificada en la defensa de la democracia frente a los remanentes terroristas, y destacó también su contribución al desarrollo nacional y la lucha contra la pobreza.

“Reconocemos el heroico, permanente y sacrificado esfuerzo que cumplen en la defensa de la sociedad y plena vigencia de la democracia frente al terrorismo (…) y además de esa responsabilidad, están llamadas a ser también agentes eficaces en la lucha contra la pobreza a favor del desarrollo nacional”, expresó.

Manifestó que en muchas zonas alejadas del interior del país, la presencia de las Fuerzas Armadas es la única presencia del Estado.

Indicó en esa línea que el compromiso de las Fuerzas Armadas es servir con honor, lealtad y profesionalismo a la patria, tal como lo hicieron los héroes nacionales Francisco Bolognesi, Miguel Grau y Abelardo Quiñones.

La ceremonia fue encabezada por la primera vicepresidenta y encargada del Despacho Presidencial, Marisol Espinoza, y contó con la presencia del jefe del Gabinete, Salomón Lerner Ghitis; y los presidentes del Congreso, Daniel Abugattás; del Poder Judicial, César San Martín; y del Tribunal Constitucional, Carlos Mesía.

También asistieron los altos mandos de las Fuerzas Armadas, encabezados por el jefe del Comando Conjunto, Luis Ricardo Howell Ballena.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Fuerzas Armadas " Comprometidas con el Perú "

VERBENA POR ANIVERSARIO DE LAS FFAA
EN DIRECTO VIA CANAL 7 DESDE EL PARQUE
FATIMA DEL DISTRITO DE CHORRILLOS


SPOT" FUERZAS ARMADAS COMPROMETIDAS
CON EL PERÚ "




sábado, 17 de septiembre de 2011

"Historia de Valor, Coraje y Amor a la Patria " Cap EP Jorge Matallana Copiloto del Helicóptero MI-17


ENTREVISTA DEL PROGRAMA CUARTO PODER
DE CANAL 4, A NUESTROS HÉROES DEL VRAE
DOMINGO 18 DE SEPTIEMBRE 2011


ENTREVISTA DEL PROGRAMA EL DOMINICAL
DE CANAL 5 A NUESTROS HÉROES DEL VRAE

                                     

SEMBLANZA DE LOS HÉROES DE LA
DEMOCRACIA DIFUNDIDA POR EL DOMINICAL



REPORTAJE POR EL PROGRAMA BUENOS DÍAS
PERU DE CANAL 5 TV 


ENTREVISTA DEL PROGRAMA REPORTE SEMANAL
 AL CAP MATALLANA COPILOTO DEL HELICÓPTERO





DIARIO LA REPUBLICA

Volveré al VRAE para ganar la guerra a los terroristas”

Exclusivo:. El valeroso capitán EP Jorge Matallana, que a pesar de estar herido salvó a toda una patrulla. Abatido el piloto del helicóptero Mi-17, el comandante Esneider Vásquez, el copiloto Jorge Matallana tomó los controles, continuó con el plan de vuelo y evitó que los senderistas cumplieran con el objetivo de matar a todos y destruir la aeronave.

Mará Elena Hidalgo.

“Volveré al VRAE y ganaremos la guerra a los terroristas. El comando nunca muere”, dice el capitán EP Jorge Matallana Abanto, copiloto del helicóptero Mi-17 atacado por terroristas la tarde del 14 de setiembre en las inmediaciones de San Martín de Pangoa, Satipo. Matallana estaba al lado del comandante EP Esneider Vásquez Silva cuando los senderistas dispararon directamente a la cabina de la aeronave en un intento por derribarla y matar a los miembros de una patrulla que habían cumplido misión.

“A pesar de todo, esta guerra contra el terrorismo y el narcotráfico la vamos a ganar”, reitera el capitán Matallana, internado en una clínica para restablecerse de las heridas sufridas durante el feroz ataque. Cuando Matallana observó que su jefe, el piloto Esneider Vásquez, había sido impactado por las ráfagas de la metralla de los asesinos, no dudó en tomar los controles del helicóptero ruso Mi-17 y continuar con la operación encomendada.

“Lo hice porque el comando nunca muere. Eso es lo que aprendí en el Ejército. Eso es lo que me decía mi comandante Vásquez”, explica el capitán Matallana. Recibió el impacto de dos esquirlas en el rostro. Uno cercano  al ojo derecho, lo que le originó una inflamación ocular que le impide momentáneamente la visión, y el segundo se ubicó en la mejilla izquierda. No obstante las heridas, Matallana, de 32 años, prosiguió con la misión.

“En la base de Pichari, sede del Comando Especial del VRAE, se montó una operación para la extracción de cuatro patrullas que habían sido sembradas unos días antes. Dos helicópteros de la FAP sacarían dos patrullas, otros dos helicópteros harían lo mismo con otras dos patrullas. Yo iba como copiloto en la tercera aeronave”, relata el capitán Matallana: “Salimos de Pichari aproximadamente a las 4 y 40 de la tarde. El objetivo era desplazarnos hasta una zona conocida como ‘Flora’, a unos veinte minutos de vuelo desde Pichari. Cada helicóptero estaba encargado de sacar  13 hombres. Una vez que llegamos al  lugar nos comunicamos con las patrullas para saber si  la zona estaba asegurada, es decir, libre del enemigo, y nos dijeron que sí. El primer helicóptero ingresó a ‘Flora’ y no tuvo ningún problema en salir. Lo mismo  pasó con el segundo. Entonces nos tocó el turno”.

“Entramos al helipuerto que habían improvisado las patrullas que íbamos a sacar. Bajamos y esperamos a que subieran. Subieron 12 y el último fue el capitán Jenner Vidarte. Un efectivo de  la tripulación me avisó que los 13 ya estaban adentro. Entonces le digo al comandante Vásquez (el piloto): ‘Mi comandante, ya está la gente lista’. Y me contestó: “Muy bien. Número tres ¡saliendo!”.
Entonces llegó el fuego.

El sonido de la guerra

“El  helicóptero se despegó de la tierra y se elevó hasta tres metros del  piso y es allí cuando siento la ráfaga de una ametralladora que entraba en la cabina del piloto. A veces uno no se da cuenta de los disparos debido ruido del helicóptero y los audífonos que tenemos puestos. Por eso recién cuando me cayeron las esquirlas en la cara es cuando me doy cuenta del ataque”, continúa el capitán Matallana: “Entonces volteó hacia mi lado izquierdo para decirle a mi comandante que nos  estaban disparando y debíamos salir  rápido. Pero me encuentro su rostro lleno de dolor. Empieza a perder fuerzas y suelta lentamente los comandos. Me doy cuenta de que le habían impactado y que no  podía pilotar”.

Los disparos continuaban. Los terroristas buscaban derribar la aeronave y acabar con la vida de todos los efectivos. Tenían en mente una carnicería, como lo hicieron en Anapati y en Sinaycocha. Precisamente las potentes ametralladoras que robaron de los helicópteros que destruyeron fueron usadas en el ataque de San Martín de Pangoa.

Eran segundos decisivos para el copiloto, el capitán Matallana.

El experimentado oficial se llenó de valor al ver a su comando muerto y resolvió continuar con la operación.

“A ver que el helicóptero se empezó a desestabilizar le dije al comandante, sin saber que ya estaba muerto:  ‘Ya lo tengo, mi comandante. Y actúo desde mi comando.  Agarro el control de la aeronave con la finalidad de salir del lugar, sin embargo, se encendió la grabadora  del helicóptero y nos dicta las fallas que se registraban debido al impacto de las balas: ‘ falla en el generador número uno’, ‘falla en el generador número dos’, ‘falta combustible’.  ¡Nos  habían impactado 14 balas! Nosotros no pudimos responder el fuego desde el helicóptero porque en ese momento la  reacción principal fue controlar la aeronave. Se me pasó  por la cabeza  regresar y atacar, pero al ver que la nave estaba en emergencia, resolví salir de la zona para salvar a la patrulla”, narra desde su lecho de herido el capitán Matallana.

“Le pregunto al ingeniero de vuelo  (del helicóptero) cómo estaba la máquina, para decidir si debía aterrizar de  emergencia y me responde: ‘No, jefe, sáquenos de aquí, no hay problema. ¡Sáquemos! Yo alcé vuelo y salí. Ya en el  aire pregunto: ‘¿Y mi comandante cómo está?’ Y me contestan: ‘Ha  fallecido’. Volteo hacia su lado  y observo que su cuerpo se había  ido hacia delante, hacia el tablero. Estaba sin vida”, señala el capitán, sin ocultar su pesadumbre. El comandante Esneider Vásquez y el capitán Matallana habían cumplido numerosas misiones juntos en la zona de guerra del VRAE.

“Era muy buena persona y piloto”, recuerda Matallana del comandante Esneider Vásquez: “Le decíamos ‘Gallo Claudio’ por el parecido con el dibujo animado. Le encanta su ‘chapa’, y él mismo se reportaba así cuando salía en vuelo y nos rectificaba cuando solo le decíamos ‘Gallo’ y no ‘Gallo Claudio’.  Con él conformamos la tripulación para toda la temporada de 15 días en el VRAE. Nos dio  recomendaciones antes del vuelo. Nos dijo que el comando nunca muere, que el  jefe cae y  asume el que le  sigue y así sucesivamente.  Me dijo que debía   estar en condiciones de tomar la aeronave si algo pasaba y que me apoyara en la tripulación. Me decía: ‘Tienes que estar  atento si me pasa algo. Tú ya estás en condiciones’. Entonces cuando lo vi herido automáticamente tomé los comandos de la nave y pude controlarla. No pensé que llegaría el día. Cumplí con sus instrucciones”.

Matallana tuvo que volver la mirada hacia el frente y continuar con el vuelo, porque en sus manos estaba la vida de toda una patrulla y del resto de la tripulación.

Misión cumplida, comandante

“El técnico Orlando García me indicaba las fallas de la aeronave y el alumno del ingeniero de vuelo, el suboficial Félix Ramos Huamaní, me cantaba los parámetros. En ese momento  no teníamos activos los instrumentos con los que volamos. Así que, como yo ya había volado en esa zona, estaba  ubicado y conocía el camino. De modo que conduje  la máquina hasta la base de Pichari para llevar a los heridos”, siguió con su relato de guerra el copiloto Matallana.

“Sin embargo, no pude llegar a mi destino porque en el camino el ingeniero  de vuelo me dice que teníamos que aterrizar de emergencia porque no teníamos combustible. El tanque había sido  agujereado por las balas. Fueron impactadas las cañerías, las bombas y el combustible se había derramado. Hice  un aterrizaje de emergencia. Vi un lugar seguro en la playa de un río cerca de Llochegua, en Huanta, y aterricé  de emergencia. Si no lo hacíamos nos veníamos abajo e íbamos a lamentar más muertes”, afirma.

“Es lo mismo que seguramente habría hecho mi comandante Vásquez, por eso le digo, donde quiera que se encuentre: ‘Misión cumplida, mi comandante’”, se emociona Matallana.

¿Se pudo evitar el ataque?, le preguntamos. Hay quienes argumentan supuesta negligencia por enviar patrullas y helicóptero a una zona de presencia terrorista.

“No, somos vulnerables y los  terroristas lo saben. Y saben que disparando a la cabina matan al piloto y copiloto y se traen la nave abajo. Afortunadamente no me dieron a mí y pude controlar la aeronave si no todos hubiéramos  muerto. Negligencia no hubo, todo estuvo bien planeado, pero hay cosas que no se pueden evitar. ¡Es una guerra! Pero, como digo, volveré y lo haré para vencer  junto a mis compañeros y a mi comando”, apunta con energía.

Temporada en el infierno verde

“Estoy en el VRAE desde el 2008 como copiloto del Mi-17. Por cada operativo puedo estar en la zona entre 15 días y tres semanas. Esta vez  ingresamos en el área el primero de setiembre e íbamos a ser relevados el 15. El 14 fue el ataque. Es decir, 24 horas antes”, dice el capitán EP Jorge Matallana.

“Al capitán Jenner Vidarte (abatido en el ataque) lo conozco porque somos contemporáneos y nos hemos visto en la escuela militar. No sabía que él era el  jefe de la patrulla. Recién cuando lo vi caído lo reconocí y me dio pena. Fue el último    en subir. Le impactó un disparo en la espalda. El comandante también murió de un disparo en el costado. Estaba con chaleco antibalas, pero no lo cubrió”, señala.

“Cuando éramos atacados intentamos comunicarnos con el cuarto helicóptero. Era para avisarles que no ingresaran porque estábamos bajo fuego. Pero no logramos hacerlo y recogieron a su gente sin darse cuenta de que los terroristas también les habían disparado. Recién cuando llegaron se dieron cuenta de que el helicóptero tenía ocho impactos”, afirma.


IDL Reporteros




Columna de reporteros
Posted: 23 Sep 2011 07:48 PM PDT


Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros (Foto: Christian Osés).

Reproducción de la columna ‘Las Palabras’ publicada en la edición 2199 de la revista ‘Caretas’.


El VRAE: muchas preguntas, pocas respuestas
El 9 de junio pasado, en Caretas 2184, relaté la emboscada de Choquetira (‘Combate en la zona de muerte’), en la que la patrulla comandada por el capitán EP Juan Medina, sobrevivió una terrible emboscada que, de no haber mediado la destreza y el heroico coraje de los militares que se libraron de la primera explosión, hubiera significado la aniquilación de la patrulla.
Hace pocas semanas, Panamericana televisión transmitió segmentos cortos y  borrosos de videos cuyo impacto no disminuía sino acaso se acentuaba por la pobre calidad de la imagen. Se trataba, según Panamericana, de videos tomados durante la emboscada.
He visto ayer lo que creo son todos los segmentos grabados por una cámara de celular o por una cámara de fotos con video de baja resolución. La grabación no fue hecha por la patrulla emboscada sino por la que los rescató en la madrugada del día siguiente, al mando del capitán EP John Hinojosa, que marchó a pie durante toda la noche para socorrer a la patrulla emboscada de Medina (en la que el denuedo y la enorme valentía de los suboficiales Wildo Cárdenas y Régulo Cruz fueron decisivos para evitar el exterminio de la unidad).
Hay, me parece, varios segmentos que no han sido publicados. El movimiento continuo y la baja resolución los hacen borrosos y les dan por momentos una calidad surreal, casi fantasmagórica, como la de una pesadilla que emerge una y otra vez de la niebla de un sueño tormentoso.
Cuando, ayudada por los pobladores cercanos, la patrulla sube a los soldados muertos y a los heridos al tope de un cerro donde aterrizan los helicópteros que los evacuarán, compone algunas de las imágenes más trágicas y conmovedoras sobre los costos de la guerra. En lo alto del cerro andino, batido por el viento yacen los cadáveres, descansan los heridos, esperan los pobladores condolidos y respiran indignación otros soldados, mientras el primer helicóptero empieza la evacuación de las bajas.
Minutos antes, cuando aparecen los helicópteros y rocketean los alrededores, la patrulla está todavía en el fondo de la quebrada y una voz exasperada exclama: “¡Y a esta hora se le ocurre rocketear a ese conchesumadre, cuando los muertos ya están helados!”.
Llegaron tarde, pero no fue por falta de coraje. Nadie puede negarle valor a los pilotos de helicóptero en el VRAE, que vuelan con sus insuficientemente blindados Mi-17 – excelentes helicópteros de carga, pero lentos y vulnerables como aeronaves de combate–, a lugares donde saben que serán atacados por francotiradores senderistas apostados para cubrir la ruta previsible de extracción de una patrulla o evacuación de bajas.
La muerte en acción del comandante EP Esnaider Vásquez, caído junto con el capitán EP Jenner Vidarte, demostró, por desgracia, que el abnegado arrojo de los militares, pilotos o combatientes de tierra, es indispensable, pero no suficiente.
Después de cada uno de esos eventos luctuosos, se repiten preguntas parecidas y argumentos similares, la mayor parte de los cuales tiene en común la falta de información. Y si bien es cierto que todo conflicto armado conlleva, por su propia naturaleza, la posibilidad de sufrir bajas, el curso que ha llevado el conflicto en el VRAE plantea muchas preguntas, que trataré de empezar a responder en la medida de lo que conozco y lo que averiguaré.
• ¿Falta mucho para poder izar el pabellón nacional en Vizcatán? No. De hecho, no falta nada, porque nuestra bandera fue izada en Vizcatán hace tres años, a fines de 2008, cuando la Fuerza Armada inició la ofensiva militar contra Sendero (Ver Caretas 2058, del 18 de diciembre de 2008). Nunca ha sido arriada. No sé quién le dijo al presidente Humala que Vizcatán era un objetivo por conquistar. Si el problema fundamental hubiera sido la toma de un reducto, el conflicto ya habría terminado.
¿El Estado le ha dado la debida importancia a la situación en el VRAE? Si el criterio para medir esa importancia fuera el aumento de presupuesto al Comando Conjunto, la respuesta sería inequívocamente que sí. El crecimiento de presupuesto durante la jefatura del general EP Francisco Contreras fue exponencial con relación al que tuvieron sus predecesores. La pregunta es cómo se utilizó este aumento.
¿Cuál es el principal problema en la lucha contra Sendero en el VRAE? Me temo que hay varios que compiten por ese puesto, pero si tuviera que señalar uno, diría que es la corrupción y sus secuelas. ¿Por qué? Porque debido a los intereses creados, no se toman las decisiones técnicas más atinadas, ni se lo hace con la suficiente diligencia y prontitud; ni se investiga lo suficiente y castiga como corresponde la evidencia de delitos.
¿Ejemplos de lo afirmado? Empezando por lo más, literalmente, general: el enfrentamiento entre generales “gasolineros” con quienes los enfrentaron, llevó a una tensión permanente, y pendular, entre el mando del Ejército y el Comando Conjunto. Primero, cuando Edwin Donayre, notorio “gasolinero” fue comandante general, su enfrentamiento con el Comando Conjunto fue evidente. Luego, cuando Otto Guibovich, oficial totalmente opuesto a Donayre, fue nombrado comandante general del Ejército y Francisco Contreras, investigado también en el caso de los “gasolineros”, fue designado como jefe del Comando Conjunto, el sordo enfrentamiento se convirtió en los hechos en una pequeña guerra clandestina. Algunas de las campañas más sucias de descrédito personal infectaron el Internet. Entre ataques anónimos y esfuerzos de detección y de demolición del grupo opuesto, se derrocharon energías que debieron haberse aplicado, y con urgencia, a la misión.
¿Más ejemplos? Inversiones importantes de dinero, pero de difícil evaluación (por entrenamiento, por ejemplo), son investigadas por la Contraloría ahora, incluso en la errática gestión de Fuad Khoury. Entiendo que varios de los hallazgos encontrados hasta ahora deberían ser preocupantes para los investigados.
En otros ámbitos, como el de la Fuerza Aérea, por ejemplo, recomendaciones técnicamente sólidas han sido cambiadas por alternativas dudosas en el nivel de decisión. ¿El resultado? Que sistemas que deberían estar en funcionamiento hace tiempo, todavía no se ponen en marcha.
Dentro del esquema operativo vigente en el VRAE, el transporte aéreo, especialmente por helicóptero, se ha hecho fundamental. Ha sido, a la vez, uno de los puntos más vulnerables por la escasez y limitada versatilidad de la flota de helicópteros. Y la increíble lentitud con la que se ha afrontado esa vulnerabilidad es francamente escandalosa. Se ha perdido vidas como consecuencia de ello.
En ese aspecto específico también ha habido casos graves de corrupción. Combustible para helicóptero depositado en la base de Satipo, por ejemplo, fue vendido clandestinamente a por lo menos un grifo en Pichanaki, con el destino final de las pozas de maceración del narcotráfico. En Iquitos, la Policía Antidrogas capturó también combustible de helicóptero que había sido vendido clandestinamente para el narcotráfico. La procedencia en ese caso fue la Fuerza Aérea.
¿Qué se ha hecho bien hasta ahora? Sin ninguna concesión a la retórica, lo que impresiona más es la determinación y calidad de los combatientes. Los jóvenes oficiales, los técnicos, suboficiales y oficiales de mar. Recuerdo que, hace algunos años, cuando acompañé en Haití al primer contingente de cascos azules peruanos, un general argentino a cargo de los militares sudamericanos se refirió a los soldados peruanos como combatientes sencillos, austeros y totalmente confiables a la hora del enfrentamiento.
¿Qué les falta a esos combatientes? Liderazgo capaz y honesto, en toda la cadena de comando.
¿Qué otra cosa se hizo bien? En el inicio de su gestión, el general EP Luis Howell comenzó con un esfuerzo decidido de integración operativa en áreas importantes con la Policía, en particular con grupos especializados. Fue una excelente decisión que se ha frenado parcialmente con el nuevo gobierno, cuya desconfianza en ese ámbito puede hacer retroceder lo poco avanzado.
En las semanas próximas continuaré desarrollando el tema.
No hay notas relacionadas.

IDL Reporteros




Columna de IDL reporteros
Posted: 23 Sep 2011 07:48 PM PDT


Gustavo Gorriti, director de IDL-Reporteros (Foto: Christian Osés).



Reproducción de la columna ‘Las Palabras’ publicada en la edición 2199 de la revista ‘Caretas’.

El VRAE: muchas preguntas, pocas respuestas
El 9 de junio pasado, en Caretas 2184, relaté la emboscada de Choquetira (‘Combate en la zona de muerte’), en la que la patrulla comandada por el capitán EP Juan Medina, sobrevivió una terrible emboscada que, de no haber mediado la destreza y el heroico coraje de los militares que se libraron de la primera explosión, hubiera significado la aniquilación de la patrulla.
Hace pocas semanas, Panamericana televisión transmitió segmentos cortos y  borrosos de videos cuyo impacto no disminuía sino acaso se acentuaba por la pobre calidad de la imagen. Se trataba, según Panamericana, de videos tomados durante la emboscada.
He visto ayer lo que creo son todos los segmentos grabados por una cámara de celular o por una cámara de fotos con video de baja resolución. La grabación no fue hecha por la patrulla emboscada sino por la que los rescató en la madrugada del día siguiente, al mando del capitán EP John Hinojosa, que marchó a pie durante toda la noche para socorrer a la patrulla emboscada de Medina (en la que el denuedo y la enorme valentía de los suboficiales Wildo Cárdenas y Régulo Cruz fueron decisivos para evitar el exterminio de la unidad).
Hay, me parece, varios segmentos que no han sido publicados. El movimiento continuo y la baja resolución los hacen borrosos y les dan por momentos una calidad surreal, casi fantasmagórica, como la de una pesadilla que emerge una y otra vez de la niebla de un sueño tormentoso.
Cuando, ayudada por los pobladores cercanos, la patrulla sube a los soldados muertos y a los heridos al tope de un cerro donde aterrizan los helicópteros que los evacuarán, compone algunas de las imágenes más trágicas y conmovedoras sobre los costos de la guerra. En lo alto del cerro andino, batido por el viento yacen los cadáveres, descansan los heridos, esperan los pobladores condolidos y respiran indignación otros soldados, mientras el primer helicóptero empieza la evacuación de las bajas.
Minutos antes, cuando aparecen los helicópteros y rocketean los alrededores, la patrulla está todavía en el fondo de la quebrada y una voz exasperada exclama: “¡Y a esta hora se le ocurre rocketear a ese conchesumadre, cuando los muertos ya están helados!”.
Llegaron tarde, pero no fue por falta de coraje. Nadie puede negarle valor a los pilotos de helicóptero en el VRAE, que vuelan con sus insuficientemente blindados Mi-17 – excelentes helicópteros de carga, pero lentos y vulnerables como aeronaves de combate–, a lugares donde saben que serán atacados por francotiradores senderistas apostados para cubrir la ruta previsible de extracción de una patrulla o evacuación de bajas.
La muerte en acción del comandante EP Esnaider Vásquez, caído junto con el capitán EP Jenner Vidarte, demostró, por desgracia, que el abnegado arrojo de los militares, pilotos o combatientes de tierra, es indispensable, pero no suficiente.
Después de cada uno de esos eventos luctuosos, se repiten preguntas parecidas y argumentos similares, la mayor parte de los cuales tiene en común la falta de información. Y si bien es cierto que todo conflicto armado conlleva, por su propia naturaleza, la posibilidad de sufrir bajas, el curso que ha llevado el conflicto en el VRAE plantea muchas preguntas, que trataré de empezar a responder en la medida de lo que conozco y lo que averiguaré.
• ¿Falta mucho para poder izar el pabellón nacional en Vizcatán? No. De hecho, no falta nada, porque nuestra bandera fue izada en Vizcatán hace tres años, a fines de 2008, cuando la Fuerza Armada inició la ofensiva militar contra Sendero (Ver Caretas 2058, del 18 de diciembre de 2008). Nunca ha sido arriada. No sé quién le dijo al presidente Humala que Vizcatán era un objetivo por conquistar. Si el problema fundamental hubiera sido la toma de un reducto, el conflicto ya habría terminado.
¿El Estado le ha dado la debida importancia a la situación en el VRAE? Si el criterio para medir esa importancia fuera el aumento de presupuesto al Comando Conjunto, la respuesta sería inequívocamente que sí. El crecimiento de presupuesto durante la jefatura del general EP Francisco Contreras fue exponencial con relación al que tuvieron sus predecesores. La pregunta es cómo se utilizó este aumento.
¿Cuál es el principal problema en la lucha contra Sendero en el VRAE? Me temo que hay varios que compiten por ese puesto, pero si tuviera que señalar uno, diría que es la corrupción y sus secuelas. ¿Por qué? Porque debido a los intereses creados, no se toman las decisiones técnicas más atinadas, ni se lo hace con la suficiente diligencia y prontitud; ni se investiga lo suficiente y castiga como corresponde la evidencia de delitos.
¿Ejemplos de lo afirmado? Empezando por lo más, literalmente, general: el enfrentamiento entre generales “gasolineros” con quienes los enfrentaron, llevó a una tensión permanente, y pendular, entre el mando del Ejército y el Comando Conjunto. Primero, cuando Edwin Donayre, notorio “gasolinero” fue comandante general, su enfrentamiento con el Comando Conjunto fue evidente. Luego, cuando Otto Guibovich, oficial totalmente opuesto a Donayre, fue nombrado comandante general del Ejército y Francisco Contreras, investigado también en el caso de los “gasolineros”, fue designado como jefe del Comando Conjunto, el sordo enfrentamiento se convirtió en los hechos en una pequeña guerra clandestina. Algunas de las campañas más sucias de descrédito personal infectaron el Internet. Entre ataques anónimos y esfuerzos de detección y de demolición del grupo opuesto, se derrocharon energías que debieron haberse aplicado, y con urgencia, a la misión.
¿Más ejemplos? Inversiones importantes de dinero, pero de difícil evaluación (por entrenamiento, por ejemplo), son investigadas por la Contraloría ahora, incluso en la errática gestión de Fuad Khoury. Entiendo que varios de los hallazgos encontrados hasta ahora deberían ser preocupantes para los investigados.
En otros ámbitos, como el de la Fuerza Aérea, por ejemplo, recomendaciones técnicamente sólidas han sido cambiadas por alternativas dudosas en el nivel de decisión. ¿El resultado? Que sistemas que deberían estar en funcionamiento hace tiempo, todavía no se ponen en marcha.
Dentro del esquema operativo vigente en el VRAE, el transporte aéreo, especialmente por helicóptero, se ha hecho fundamental. Ha sido, a la vez, uno de los puntos más vulnerables por la escasez y limitada versatilidad de la flota de helicópteros. Y la increíble lentitud con la que se ha afrontado esa vulnerabilidad es francamente escandalosa. Se ha perdido vidas como consecuencia de ello.
En ese aspecto específico también ha habido casos graves de corrupción. Combustible para helicóptero depositado en la base de Satipo, por ejemplo, fue vendido clandestinamente a por lo menos un grifo en Pichanaki, con el destino final de las pozas de maceración del narcotráfico. En Iquitos, la Policía Antidrogas capturó también combustible de helicóptero que había sido vendido clandestinamente para el narcotráfico. La procedencia en ese caso fue la Fuerza Aérea.
¿Qué se ha hecho bien hasta ahora? Sin ninguna concesión a la retórica, lo que impresiona más es la determinación y calidad de los combatientes. Los jóvenes oficiales, los técnicos, suboficiales y oficiales de mar. Recuerdo que, hace algunos años, cuando acompañé en Haití al primer contingente de cascos azules peruanos, un general argentino a cargo de los militares sudamericanos se refirió a los soldados peruanos como combatientes sencillos, austeros y totalmente confiables a la hora del enfrentamiento.
¿Qué les falta a esos combatientes? Liderazgo capaz y honesto, en toda la cadena de comando.
¿Qué otra cosa se hizo bien? En el inicio de su gestión, el general EP Luis Howell comenzó con un esfuerzo decidido de integración operativa en áreas importantes con la Policía, en particular con grupos especializados. Fue una excelente decisión que se ha frenado parcialmente con el nuevo gobierno, cuya desconfianza en ese ámbito puede hacer retroceder lo poco avanzado.
En las semanas próximas continuaré desarrollando el tema.
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jueves, 15 de septiembre de 2011

Población salió a las calles y rindió homenaje póstumo a sus Héroes del Vrae


INFORME DE CANAL 5


INFORME DE CANAL 4

                      

INFORME DE CANAL 2


INFORME DE CANAL 9


SEMBLANZA DE NUESTROS HÉROES


DIARIO EL COMERCIO

RESTO DE OFICIALES CAÍDOSEN EL VRAE LLEGAN A LIMA

Los restos de Esneider Vásquez Silva y Jenner Vidarte Campos reciben homenaje póstumo en la sede de Aviación del Ejército
Jueves 15 de septiembre de 2011 - 03:29 pm 24 comentarios
El presidente Ollanta Humala encabezó la ceremonia. (elcomercio.pe)
Pasadas las 3 p.m. arribaron a la sede de Aviación del Ejército del Callao los restos del piloto y un agente de dicha institución, quienes ayer murieron tras un ataque narcoterrorista en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE).
Envueltos con el pabellón nacional, los féretros del teniente coronel Esneider Ernesto Vásquez Silva y del capitán Jenner Alberto Vidarte Campos fueron recibidos con los honores del caso.
Hasta el lugar llegaron el presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia, el ministro de Defensa, Daniel Mora, el presidente del Congreso, Daniel Abugattas, y otras autoridades. Asimismo, los familiares de las víctimas.
La emboscada se produjo cuando “patrullas de fuerzas especiales se encontraban realizando operaciones contraterroristas en la región de la margen izquierda del río Mantaro, en la cima de la quebrada Chorobamba (San Martín de Pangoa); aproximadamente a las 17:30 horas, en momentos que se realizaba su extracción, el helicóptero MI-17 EP-617”, informó el Comando Conjunto de las FF.AA.
El cortejo fúnebre se trasladará hasta el Cuartel General del Ejército, en donde se realizará el velatorio.

     

    ¡ Honor y Gloria a los bravos soldados caídos en el Vrae !


    UN DÍA DEL SOLDADO EN EL VRAE


     DIARIO EL COMERCIOEn su cuenta en Twitter, el mandatario afirmó que los culpables en la emboscada narcoterrorista deben recibir una sanción ejemplar

    Presidente Humala lamentó muerte de oficiales del Ejercito en el VRAE

    Jueves 15 de septiembre de 2011 - 12:35 am
    Ejército Peruano, Fuerzas Armadas, VRAE

    (Captura)
    El presidente de la República, Ollanta Humala, mostró su rechazo a la emboscada narcoterrorista en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), en donde fallecieron el teniente coronel EP Esneider Ernesto Vásquez Silva y el capitán EP Jenner Alberto Vidarte Campos.
    “Lamento profundamente las muertes de los oficiales del Ejercito en el Vrae. Honor a los caídos y sanción ejemplar a los culpables”, expresó el presidente por medio de su cuenta en Twitter.
    Según información oficial, el ataque ocurrió aproximadamente a las 5 de la tarde cuando un helicóptero MI-17 EP-617 cumplía con recoger a una patrulla de fuerzas especiales que realizaban labor contraterrorista en el margen izquierda del río Mantaro, en el VRAE.
    Hasta el momento se ha desplegado operaciones contraterroristas con la finalidad de encontrar a los responsables.

    LA REPUBLICA
      Tags : Ollanta Humala: honor a los caídos en el VRAE y sanción ejemplar a los culpables


      Ollanta Humala: honor a los caídos en el VRAE y sanción ejemplar a los culpablesEl presidente Ollanta Humala lamentó la muerte de dos militares en el VRAE, luego de ser atacados por una columna senderista mientras se trasladaban en un helicóptero, y pidió una “sanción ejemplar” para los asesinos. “Lamento profundamente las muertes de los oficiales del Ejercito en el Vrae. Honor a los caídos y sanción ejemplar a los culpables”, sostuvo en su cuenta de Twitter.

      Como se recuerda, Mediante un comunicado, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas confirmó que este miércoles se produjo un ataque contra elementos militares que patrullaban la margen izquierda del río Mantaro, en Junín, dejando dos militares muertos.
      “Aproximadamente a las 17:30 horas, en momentos que se realizaba su extracción, el helicóptero MI-17 EP-617, fue impactado por proyectiles de armas de fuego de delincuentes terroristas. Como consecuencia de este cobarde ataque terrorista fallecieron los siguientes Oficiales del Ejército del Perú: teniente coronel EP Vásquez Silva Esneider Ernesto y el capitán EP Vidarte Campos Jenner Alberto”, sostuvieron en el
      comunicado.

      Gustavo Gorriti comenta el cobarde atentado en el Vrae a dos bravos Oficiales del Ejército del Perú 
      Hace 3 horas


      El periodista y director de IDL Reporteros, Gustavo Gorriti, comentó en su programa a través de la Mula TV, la trágica emboscada terrorista que dio muerte a dos oficiales del Ejército peruano en la quebrada Chorobamba, en San Martín de Pangoa en Junín.
      Asimismo, mostró videos en los que se observa al camarada Artemio, líder de las actuales operaciones subversivas de Sendero Luminoso, hablar sobre la ideología política de esta agrupación.
      Además, Gorriti entrevistó a la periodista Milagros Salazar de IDL Reporteros quien ha investigado diversas irregularidades en el sector pesquero realizados durante la gestión del presidente Alan García.